¿Cómo elegir una etiqueta RFID?

¿Cuáles son las limitaciones medioambientales?

Además de saber si los productos se utilizarán en exteriores o interiores y, por tanto, si estarán expuestos a la intemperie, el entorno industrial impone a veces condiciones extremas. Por ejemplo, ofrecemos etiquetas de muy alta temperatura para aplicaciones en metal u otros materiales. Para el proceso de autoclave, hay etiquetas específicas que resisten la presión, los productos químicos, el vapor y temperaturas muy altas.

Vida útil del producto

Tomemos el ejemplo de los palés que necesitan ser identificados. Si se van a tirar después de un solo uso, bastará con una etiqueta RFID pegada, pero si se van a reutilizar, se necesitará una etiqueta endurecida, ya que los palés se someten a menudo a una manipulación brusca y se almacenan al aire libre, por lo que la etiqueta debe ser muy resistente. Para objetos metálicos, como bidones o tuberías, también existen etiquetas magnéticas y collares flexibles, que pueden reposicionarse.

Tipo de producto

En primer lugar, ¿cuál es el material del producto que hay que identificar?

El material del producto determinará la forma, la flexibilidad y el material de la etiqueta.
Los objetos metálicos requieren una atención especial porque el metal interfiere en el paso de las ondas: por eso se necesitan etiquetas metálicas especiales, que incluyen una capa de aislamiento. Para la ropa, por ejemplo, ofrecemos etiquetas textiles que se pueden coser y son resistentes al lavado.

¿Existen limitaciones de tamaño?

Encontrará una amplia gama de etiquetas pequeñas, disponibles con distintos tipos de enganche y embalaje, por ejemplo para el seguimiento de pequeñas herramientas. Algunas también resisten altas temperaturas.

¿Cuál es su forma?

La forma del producto determina en parte la forma de la etiqueta. Por ejemplo, ofrecemos etiquetas RFID para tuberías, etiquetas flexibles para objetos curvos, etc.

Cuál será la distancia de lectura

La distancia de lectura necesaria determinará la elección de la frecuencia: Baja Frecuencia (LF), Alta Frecuencia (HF) o Ultra Alta Frecuencia (UHF). Para una distancia de lectura corta (unos pocos cm), puedes elegir entre LF, HF o UHF. Para una distancia media (hasta 50 cm), puedes optar por HF o UHF. gran distancia(hasta 10 m), UHF es la mejor opción.

Una vez determinada la frecuencia, hay que tener en cuenta que cuanto mayor sea la distancia de lectura requerida, mayor será la antena contenida en la etiqueta, y que la potencia de la etiqueta RFID Reader repercutirá en la distancia de lectura. Si el objetivo es identificar todos los productos de un almacén durante un inventario, la distancia de lectura debe ser elevada. Pero si hay que identificar con precisión uno a uno los productos de una línea de producción, serán más adecuadas las etiquetas y una Reader de corto alcance.

También hay que tener en cuenta que la presencia de agua reduce considerablemente el paso de las ondas: por tanto, la distancia de lectura será muy corta en contacto con el agua.

Elegir el método de fijación

Esto dependerá del tipo de producto, su vida útil y el entorno. Hay collares RFID con cierres seguros, etiquetas que se pueden pegar, etiquetas que se moldean en el producto, etc.

¿Qué tamaño debe tener la memoria de la etiqueta?

Una vez más, todo depende de cómo se utilice la RFID. A veces sólo es necesario identificar un producto por su número único, que la base de datos reconocerá. Pero a veces, la memoria del chip tiene que ser más grande e incluir otra información. Esto es necesario para zonas aisladas, por ejemplo, porque los operarios que no tienen acceso a una base de datos pueden consultar y actualizar toda la información clave de la etiqueta. 

Diseñamos, fabricamos y distribuimos una amplia gama de modelos de alto rendimiento. Pero elegir una etiqueta no es fácil, así que no dude en ponerse en contacto con nosotros para que le orientemos hacia la etiqueta RFID más adecuada para su aplicación.